jueves, 25 de junio de 2015

Año La Valla

Año La Valla 

La casa de La Valla será el icono que orientará el tercer año, desde agosto de 2016 hasta agosto de 2017. La celebración central será en torno al 2 de enero, cuando se cumplirá los 200 años de la fundación Marista. Esta casa, recién renovada, consta de 3 pisos. Cada uno de ellos tiene un simbolismo, que podemos asociar con los tres años de preparación al bicentenario.
Este icono consta de tres pisos, el piso superior representa la comunidad apostólica, el segundo piso es la planta baja en donde se encuentra la mesa que representa el símbolo de la fraternidad. En torno a esta mesa se sentaron el Padre Champagnat y los primeros hermanos. Hoy esta mesa se ve enriquecida con la presencia no sólo de hermanos, sino también de laicos y laicas maristas, llamados a construir una Iglesia de rostro mariano. 

El tercer piso es el pequeño espacio en el subsuelo, al cual hay que descender, este tercer piso simboliza ese espacio interior en que cada uno de nosotros es habitado por el Misterio. Es el espacio de la interioridad, de la dimensión mística de nuestras vidas. 




Año Fourvière

Año Fourvière

En el año 2016 se celebraran los 200 años de esa promesa que se hizo en la capilla de Fourvière. Por eso, el segundo año, desde julio 2015 hasta julio 2016, nos presidirá el icono de Fourvière. 

La historia del icono de Fourvière se remonta desde el 23 de julio de 1816, al día siguiente de su ordenación, un grupo de jóvenes sacerdotes, llenos de ilusión, se encamina hacia el Santuario de Fourvière, en Lyon. 

A los pies de Nuestra Señora, en la capilla pequeña hacen su promesa de constituir la Sociedad de María esa promesa es la que se celebra este 2016 por eso será el año de Fourvière para celebrar los 200 años que se cumple esa promesa.



Año Montagne

Año Montagne 

A partir del 28 de octubre es la fecha en la que se celebra el aniversario del encuentro de San Marcelino Champagnat, fundador del Instituto de los Hermanos Maristas, con el joven Montagne, se da inicio al "Año Montagne" como preparación a la celebración del bicentenario.

El encuentro con el joven Montagne fue un acontecimiento que marcó profundamente la vida del Padre Champagnat y ciertamente provocó el nacimiento del Instituto Marista. A partir del  28 de octubre de 2014 se dará inicio al año Montagne que coincidirá con la celebración del año de la vida consagrada en toda la Iglesia. Este primer icono nos acompañará hasta julio de 2015, el color principal del logotipo es el azul (María), contrastado por el púrpura y el naranja. Será un recuerdo de la importancia y la urgencia de nuestra misión, tan actual hoy como en tiempos del Padre Champagnat.

Iconos Maristas del Bicentenario

Iconos Maristas del Bicentenario 

Los iconos Maristas con los que se recorrerá el bicentenario sonMontagne, Fourvière y La Valla, estos iconos nos recuerdan sucesos históricos que marcaron la vida de San Marcelino Champagnat. Cada icono representa un hecho histórico que nos hara reflexionar a cada uno, nos transmitirá un mensaje y nos recordara aspectos esenciales de nuestra vida y de nuestra misión en el mundo.


Bicentenario Marista

Bicentenario Marista 


El 2 de enero del 2017, el Instituto Marista cumplirá 200 años. En el camino hacia 2017 el padre Champagnat invita a todos a un nuevo comienzo recorriendo este camino guiados por los tres iconos maristas: Montagne, Fourvière y La Valla. Tres iconos que nos recuerdan aspectos esenciales de nuestra vida y misión.

El logo de la celebración del Bicentenario del Instituto Marista fue creado por Andrés Gil, español de la provincia ibérica. La idea principal del logo es celebrar los 200 años del Instituto Marista. Por ello es que el número 200 es un elemento principal. El logo consta de el número dos con un trazo azul que recuerda el horizonte, el futuro, un nuevo comienzo. Dos letras "M" forman los dos ceros del número 200. Refiere, en primer lugar, lo que somos, Maristas, pero también es un recordatorio de personajes históricos de nuestro caminar: Montagne, María, Marcelino y los 3 pétalos de una violeta que se sitúan en el extremo del numero 200 con una proyección al frente como una firma simbolizan la sencillez y la simplicidad, un elemento importante de la espiritualidad marista.